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sábado, 11 de enero de 2014

EMPEZAR DE CERO

He querido hacer esto en repetidas ocasiones a lo largo de mi vida, de hecho en la adolescencia escribí alguna cosa que anda por ahí guardada en algún cajón. Al leer hoy aquellas “reliquias literarias” se me dibuja una sonrisa en la cara porque dejan ver una realidad completamente distinta a esta, tan llena de ilusión e inocencia… Hoy algo de eso me doy cuenta de que se esfumó sin casi enterarme pero pasados los 30, aquella ilusión e inocencia que, a menudo extraño profundamente se ven matizadas por un manto de sensatez y madurez con lo bueno y malo que eso conlleva…

En fin, la cuestión es que necesito compartir con el mundo algunas inquietudes que en este momento de mi vida, en que me encuentro en una cruzada de caminos y no sé cuál elegir, tengo la necesidad de saber si estoy loca, si quien me puso aquí se equivocó y este no es mi tiempo o es algo que le pasa a todo el mundo.

Empezaré por presentarme, tengo los 33  a la vuelta de la esquina, hace como 2 años que no tengo un trabajo como Dios manda, de esos con horario y sobre todo con sueldo digno, me casé, me divorcié, volví a casa de mis padres después de intentar arreglármelas sola apurando hasta no poder meter nada en la nevera. Me considero una persona sensata, con las ideas claras, con los pies sobre la tierra en general, siempre que no intervenga el corazón que entonces, como cualquier hija de vecino me vuelvo bastante imbécil. En general una chica del montón pero con convicciones y valores bastante fuertes.

Supongo que de esto último, de los valores es de donde viene todo el embrollo. La cuestión es que cuando miro a mi alrededor y observo las relaciones de la gente y en especial de las parejas, últimamente siento bastante pena. He crecido en el seno de una familia estructurada, de las que ya no quedan muchas, siempre he visto a mis padres quererse, respetarse, hacer cosas juntos y ser felices. Yo tuve un marido al que quise muchísimo y aunque finalmente no saliera bien, fui feliz, éramos cómplices, amigos y amantes pero hoy, miro a mi alrededor, a amigos, conocidos… y ya prácticamente no queda nada de eso.

No sé si la sociedad en la que vivimos, la situación económica que sufrimos o qué diablos es pero se ha perdido todo eso y, de verdad, siento una profunda lástima.

Personalmente estaba convencida de lograr no caer en esta inercia generalizada pero sin querer, creo que estoy atrapada en ella. Después de casi cuatro años con quien pensé que compartiría el resto de mi vida y sería el padre de los hijos que tanto anhelo, hoy no tengo la certeza de que esta relación llegue más allá de mañana.

Me pregunto qué buscan hoy las personas? Esta vez creí hacerlo bien, todo empezó como una amistad, hablamos muchísimo antes de que llegara el primer beso, he intentado adaptarme, igual que lo ha hecho él, a los tiempos, a sus costumbres pero me doy cuenta que por mucho que me adapte nunca es suficiente.

Le he puesto un nombre a lo que tengo la sensación que, en este caso le pasa él, padece el síndrome de teta y sopa. ¿Por qué no valoramos lo que tenemos? ¿Por qué preferimos cosas banales, materiales, a las cosas sencillas?

Siento tantas cosas y tan intensas que no alcanzo entender cómo se puede preferir y elegir algo pasajero, un rato agradable, un momento a algo auténtico, sincero y para siempre. ¿Cómo se elige antes noches o tardes de música y copas al inmenso regalo de traer un hijo al mundo? Por ejemplo.

La cuestión es que en este momento no sé qué es lo que debo hacer, adaptarme a la sociedad en la que me ha tocado vivir o sigo firme a mis principios, que es lo que voy a hacer, pero esto sé que me llevará a un fracaso tras otro porque al final hay muy pocos dispuestos a “echar raíces”.


Estoy al filo de tirar la toalla y dejarlo todo, cortar por lo sano y empezar de cero y no es el miedo lo que me frena, porque ya lo hice otras veces y quizás en situaciones peores, es el cansancio. El agotamiento de no saber si lo que pretendo encontrar es imposible.

2 comentarios:

  1. Hola Norita
    Me encanta tu estreno de blog! me encanta cómo escribes y me gusta lo que escribes. Es sincero y emocionas. ¿Sabes Norita? ¿sinceramente? creo que lo que buscas es posible. En un principio parece imposible y yo precisamente no soy la más adecuada ultimamente para dar consejos...pero yo creo de verdad que en algún lugar está la persona afín a nosotros, afín en todo. En todo.
    Lo creo sinceramente.

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  2. Todo saldrá bien "Maman", lo sé!

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