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lunes, 24 de febrero de 2014

ENTRE LA ARENA Y EL CIELO



Caminando sin rumbo, los pies descalzos sobre la arena fría del mes de febrero dibujan el camino hacia quién sabe dónde, un camino que quizás no vuelva a deshacer.

Zapatos en mano, el único equipaje. La brisa maneja este minúsculo cuerpo a su antojo como un velero a la deriva en medio del inmenso mar.

El sol refleja todo su esplendor sobre el agua y mirando al horizonte, se adivina una vieja maleta repleta de ilusiones caducas  y sueños rotos que se perderá para siempre en él.

Tal vez algo me trajo a esta playa desolada a despedirme sin testigos de las decepciones y desilusiones que cargaba en mi vieja maleta ya sin ruedas.


Abro los ojos, tendida sobre la tierra, mi cuerpo pegado al suelo como formando parte de él, sola entre la arena y el cielo, ya sin cargas, creo que puedo volar.


sábado, 15 de febrero de 2014

¿Y SI NOS SALIMOS DE LA LÍNEA?



Dicen que los niños son la inocencia más autentica, que son puros, que no tienen maldad. No hay nadie en el mundo más feliz que un niño, por poco que tenga, no necesita más que lo indispensable para cualquiera y con ese tan poco tendrá siempre una sonrisa para regalarte sin esperar nada a cambio.

Durante la infancia los niños son felices, inmensamente felices, ríen, juegan, se relacionan y nada perturba sus pensamientos.

Confirman algunos, que en los primeros años de vida somos capaces de ver o percibir ciertas cosas que con el tiempo desaparecen o las borramos de nuestras memorias junto con la inocencia y  la tranquilidad de vivir ajenos al mundo de los adultos.

¿A dónde se va nuestra inocencia? ¿Qué hace que olvidemos todo lo que nos hace plenamente felices? ¿Por qué perdemos la sensibilidad de percibir lo que no vemos?

Me temo, que en cierta medida, cargamos aún con la herencia de un pasado oscuro, de prohibiciones, de tabús, de brujas y de hogueras y de un presente que mira de reojo, y a menudo con mala cara, a aquel que se sale de la línea de lo tradicional, de lo que se considera normal.

Y así, con la edad, nos vamos olvidando de nuestra propia y autentica identidad para andar junto al rebaño y no llamar demasiado la atención.

Lo normal, lo que deberías, lo correcto… nos repiten continuamente como ha de ser todo hasta que lo asumimos como propio. ¿Quizás por eso nunca nos sentimos del todo satisfechos con nada? ¿Quizás asumimos roles y actitudes que no son las que traíamos innatas?

Hay millones de ejemplos, desde la forma de vestir o, el simple hecho de vestirse ¿Qué piensan muchos del nudismo? ¡Nacemos desnudos señores! Y hay muchos más, la forma de comportarse, con quién relacionarse, la necesidad de formar una familia tradicional y un largo sinfín de etcéteras.

Si miras dentro de ti, verás que prácticamente todo lo que has hecho ha sido motivado por convencionalismos, por nuestra sociedad, por lo que alguien te dijo que debía ser así, por lo que aprendiste desde el momento en que empezaste a tener uso de razón.

Pongamos el caso de dos personas, sean del sexo que sea, que se aman pero no viven o manifiestan de cara al resto del mundo su amor igual que lo hacen la mayoría de los mortales, éstos serán observados, comentados, criticados, juzgados e incluso condenados por la gente que les rodea pero, ¿quién le dice al que mira, desde fuera, que los diferentes no son más honestos con ellos mismos y su amor más puro que el de cualquiera de ellos?

Nos empeñamos en ponerle nombre, reglas, instrucciones a todo, y la vida, está para vivirla, para sentirla, para disfrutarla no para cumplirla como te marca nadie, tu vida es tuya, es lo único que sólo te pertenece a ti, tú la inventas, tú la escribes como quieres.


No pasa nada si te sales de la línea establecida por la educación que nos han dado, si escuchas a tu corazón o a tu alma, no pasa nada si eres franco contigo mismo. O tal vez si pase algo, quizás volverás a ser un poco aquel niño despreocupado que necesitaba tan poco, puedes que te parezcas bastante más a aquella personita llena de vida y feliz.


jueves, 13 de febrero de 2014

GOTAS DE AGUA



Llegó la pequeña cuando apenas tenía tres años y solo quería cuidarla, enseñarla lo que ya había aprendido. La mayor una hormiguita responsable, la menor un torbellino de alegrías, una reflejo de la otra como dos gotas de la misma fuente, tan iguales, tan diferentes.

Jugaban, soñaban las niñas. Yo te enseño, tú me incordias. Yo confieso, tú me guardas el secreto.

Risas y llantos a la hora de la comida. Inventamos juntas el modo de pasar el tiempo, de pasar la vida. Tardes de invierno frente a la chimenea, primaveras corriendo en los campos, veranos de playa, otoños de escuela.

Crecieron las niñas, vidas distintas, vidas paralelas y cajas repletas de fotos que recuerdan el camino, recuerdan quién fuimos, quién somos.

Aunque a veces lejos, siempre tan cerca. Compartimos alegrías y lloramos juntas las penas, las pérdidas de los que se marcharon.

El paso del tiempo volvió las vidas algo más complicadas pero las niñas siguen allí, las confidencias, el apoyo, la misma complicidad. Ya no juegan, pero todo lo demás sigue ahí.

Una pilar de la otra, incondicionales siempre, para todo.

Gracias por preocuparte siempre, por encontrarme cuando me pierdo, por escucharme cuando necesito compartir, por abrazarme y secar mis lágrimas en los momentos bajos.

Hoy revivo con emoción y alegría nuestros juegos, nuestras risas, el campo, la playa, la nieve... nuestras fotos.


Hermana, amiga, columna sin la que no se mantendría en pie nuestra casa, gracias.

martes, 11 de febrero de 2014

BIPOLARIDADES



Reconozco ser una lunática de extremos, de las que pasan del blanco al negro sin gama de grises, mi terapeuta dice que algo pasó en alguna de mis vidas anteriores que me bloquea y no me deja fluir libremente, yo personalmente no sé de dónde me viene esta bipolaridad pero lo cierto es que tengo una facilidad innata para subir a lo más alto mi estado de ánimo y a continuación pegarme la gran leche.

La verdad es que no recuerdo qué pudo pasar, ni siquiera tengo la certeza de haber tenido ninguna otra vida pero algo me bloquea, eso es cierto. Para los poco místicos lo confirmo, también me bloquea la crisis, nuestro sistema político, el paro, el telenoticias diario…

Lo cierto es que no sé si le pasa a todo el mundo, si los demás también viven en una montaña rusa de emociones y sensaciones pero en mi caso hoy estoy genial, me como el mundo, puedo con todo y mañana se levanta el día gris y todo es una porquería.

Puede que debiera cambiar la terapeuta por un psiquiatra… Pero claro, eso tiene sus riesgos, ¿y si me ponen una camisa de fuerza y me encierran rodeada de otros colgados como yo?

Me encantan esos días en que amanece un sol radiante, de esos días de verano en que el plan es pasar horas en una calita apartada del mundo, sentarme en la orilla del mar y sentir como las olas bañan mis pies. O esos otros en que te levantas y descubres que ha nevado, el paisaje se ha teñido de blanco y te quedas delante de la chimenea tapada con una manta leyendo o viendo películas una tras otra.

Me gustaría disfrutar de cada momento que me regala la vida, me gustaría ser como tú por ejemplo, que cada problema es un juego, sólo un obstáculo  que hay que superar y difícilmente te hará desfallecer pero, ¿Puedo hacerte una pregunta? ¿Tú también lloras y te desesperas cuando se apagan las luces y nadie te ve? Quizás todos estamos un poco locos…

Repasando entre mis recuerdos, observo que he tenido grandes oportunidades que he desaprovechado por no dejar a un lado las dificultades ajenas y además, si profundizo un poco, me doy cuenta de que la oportunidad no era tal si no una huida y tal vez, por eso me fue imposible vivirlas al 100%. Y es que huimos inconscientemente, continuamente.

Quisiera aprender a pasar página, por lo de desbloquearme y fluir pero madre mía, si la cosa viene de vidas pasadas… Menuda cantidad de hojas le quedan a mi enciclopedia!


Seguramente seguiré siendo una lunática el resto de mis días, probablemente eso forma de mí de mi esencia, me gusta ser así, y no es que me lo haya dicho nadie, es que lo sé pero, ¿Por qué quedarme sólo con la opción del blanco o el negro habiendo tantos colores?