No sé si confesarme o seguir guardando mis deseos únicamente para los más íntimos,
pues de lo contrario, esta entrada perdería el tono de humor que pensé para ella el día
que me vino a la cabeza por primera vez... Lo cierto es que desde el día que se me ocurrió
hasta hoy he recibido noticias inesperadas que no me acaban de dejar tomarme el tema a broma
tal y como había previsto, así que, una vez más, ante la pantalla del ordenador, me encuentro en
una encrucijada al más puro estilo Bridget Jones y sin saber muy bien cómo quedará este
escrito... Dudando si amenizar mis letras con acordes circenses o por el contrario optar por una
banda sonora como la que ahora resuena en mí y que tal vez nos haga derramar alguna lagrimilla.
No sé. daré rienda suelta a mis dedos sobre el teclado y ya veremos qué pasa.
Dicen que a todas las mujeres, en algún momento de su vida se les despierta el reloj biológico,
pues en mi caso predije, seguramente con excesiva previsión y exactitud, que el mío se
encendería a los 25, si si a los 25, qué loca, no? Pero bueno, las cosas no siempre suceden
como uno las planea, verdad? Así que esperé un poco más e irremediablemente mi reloj
biológico entró en letargo durante casi diez años, funcionó a días, se paró a meses, marcaba
las horas y luego quedaba inmóvil, a veces sentía el tic tac y otras veces enmudecía...
En ocasiones me convencía yo sola con motivos personales, otras laborales, económicos,
descartaba momentáneamente la idea de modificar mi rutina por ser mamá, a veces
intensamente otras veces inconscientemente pero siempre ha estado ahí el deseo.
pues en mi caso predije, seguramente con excesiva previsión y exactitud, que el mío se
encendería a los 25, si si a los 25, qué loca, no? Pero bueno, las cosas no siempre suceden
como uno las planea, verdad? Así que esperé un poco más e irremediablemente mi reloj
biológico entró en letargo durante casi diez años, funcionó a días, se paró a meses, marcaba
las horas y luego quedaba inmóvil, a veces sentía el tic tac y otras veces enmudecía...
En ocasiones me convencía yo sola con motivos personales, otras laborales, económicos,
descartaba momentáneamente la idea de modificar mi rutina por ser mamá, a veces
intensamente otras veces inconscientemente pero siempre ha estado ahí el deseo.
La vida son etapas, casi todos pasamos por cada una de ellas más o menos del mismo modo;
En la adolescencia "No tienes novio?" te preguntan, después de un tiempo en pareja,
"No os casáis?" Y entonces es cuando tus amigas van "cayendo" y las barrigas van creciendo,
llega esa época en que llegan los niños, unas son más rápidas, otras se lo toman con calma
aunque siempre es una alegría, programada o inesperada, un embarazo generalmente, por lo
menos a mi modo de ver, es motivo de felicidad. El problema es que todo está tan dictado
por la sociedad, que eso tiene que ser así en determinado momento que parece que, si por
las circunstancias que sean, no lo es, una se siente un poco "bicho raro". Las típicas preguntas
de si tienes novio, para cuándo la boda... y cuando te casas, si o si llega el "Y los niños?"
Sin olvidarnos del simpático reproche, siempre cariñoso, cuando es tu hermana o hermano
menor el que se te "adelanta"... No es que me queje de ese tipo de preguntas, porque supongo
que yo he caído en el tópico infinidad de veces pero, nadie se pregunta cómo se siente o qué
quiere el destinatario de nuestras dudas? Uno a veces no tiene novio, no se casa o no tiene
hijos porque no quiere, no puede o incluso porque no lo consigue o tal vez, porque se siente
tan presionado por el entorno que su cuerpo no logra relajarse... Cooo!!!
En la adolescencia "No tienes novio?" te preguntan, después de un tiempo en pareja,
"No os casáis?" Y entonces es cuando tus amigas van "cayendo" y las barrigas van creciendo,
llega esa época en que llegan los niños, unas son más rápidas, otras se lo toman con calma
aunque siempre es una alegría, programada o inesperada, un embarazo generalmente, por lo
menos a mi modo de ver, es motivo de felicidad. El problema es que todo está tan dictado
por la sociedad, que eso tiene que ser así en determinado momento que parece que, si por
las circunstancias que sean, no lo es, una se siente un poco "bicho raro". Las típicas preguntas
de si tienes novio, para cuándo la boda... y cuando te casas, si o si llega el "Y los niños?"
Sin olvidarnos del simpático reproche, siempre cariñoso, cuando es tu hermana o hermano
menor el que se te "adelanta"... No es que me queje de ese tipo de preguntas, porque supongo
que yo he caído en el tópico infinidad de veces pero, nadie se pregunta cómo se siente o qué
quiere el destinatario de nuestras dudas? Uno a veces no tiene novio, no se casa o no tiene
hijos porque no quiere, no puede o incluso porque no lo consigue o tal vez, porque se siente
tan presionado por el entorno que su cuerpo no logra relajarse... Cooo!!!
Hace ya mucho tiempo que me convencí de que las cosas pasan porque tienen que pasar,
o no lo hacen porque no deben y en eso me cobijo y por eso no quisiera dramatizar con el
tema aunque ahí esté... Y es una realidad.
Concluyendo, llegados a este punto, sigo sin saber a dónde me lleva esta reflexión ni por qué
estoy aquí compartiéndola con vosotr@s... Sólo sé que el esbozo de esta entrada empezaba:
"Me pregunto qué pasó la primavera de 2015 para que amigas, primas, compañeras y el 90%
de féminas que conozco, en edad de procrear quedaran todas preñadas..." Y he acabado
contándoos cómo se ha desviado de su ruta inicial mis planes respecto a la maternidad,
es que... Así soy yo!
o no lo hacen porque no deben y en eso me cobijo y por eso no quisiera dramatizar con el
tema aunque ahí esté... Y es una realidad.
Concluyendo, llegados a este punto, sigo sin saber a dónde me lleva esta reflexión ni por qué
estoy aquí compartiéndola con vosotr@s... Sólo sé que el esbozo de esta entrada empezaba:
"Me pregunto qué pasó la primavera de 2015 para que amigas, primas, compañeras y el 90%
de féminas que conozco, en edad de procrear quedaran todas preñadas..." Y he acabado
contándoos cómo se ha desviado de su ruta inicial mis planes respecto a la maternidad,
es que... Así soy yo!