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domingo, 14 de junio de 2015

VERONICA

 
Había oído hablar de ella, me habían contado cómo sin nada, llegó a tener tanto, pero en cuanto la vi, lo entendí todo...

Una mujer joven, emprendedora que tras acabar la carrera de empresariales en su Brasil natal, decide hacer la maleta, invertir todos sus ahorros en un viaje hasta la otra punta del mundo, con no más que unos pocos euros en el bolsillo para hacer un master en Europa y crecer.
 
Llegué al lugar de la cita y su mirada enseguida se cruzó con la mía con la intriga de quién descubre por primera vez la apariencia física de unos nombres. Tras las pertinentes presentaciones por parte de los compañeros en común, ella mantenía la sonrisa y su ojos permanecían fijos en mí, atentos, escuchando con atención cada una de mis palabras. 
 
Lo primero que llamó mi atención fue la energía positiva que desprendía aquella mujer, casi podía sentirse, tocarse... Lo siguiente, y de una forma igual de intensa, su capacidad de empatizar con cada uno de nosotros. En pocos minutos comprendí cómo había llegado tan alto; era capaz de escuchar pacientemente a cada uno de sus interlocutores, sin interrumpirles ni una sola vez y así captar a la perfección el mensaje de todos. Me fascinó cómo después de cada intervención, tomaba la palabra y conseguía resumir la esencia de cada comentario, de cada preocupación y respondía con total complicidad y comprensión, dejando en todos una agradable sensación de alivio y sobretodo de fuerza e ilusión para seguir adelante con nuestros proyectos.
 
Imagino que esa forma de ser, sencilla, humana y sin muchos más secretos  fueron la clave para pasar de ser una simple dependienta, sin papeles en un país extranjero, de una tienda de golosinas a una triunfadora, líder de equipos.
 
Aquellas pocas horas aprendiendo de ella me han hecho pensar y me he dado cuenta de lo fácil que puede ser todo si prestamos un poco de atención a los demás, si escuchamos a la persona que tenemos delante sin dejar que nuestras propias ideas o incluso prejuicios se interpongan. A pesar de ello, sé que habrá quien, tal vez, no haya captado el mensaje, quien no haya entendido nada, quien no haya sabido leer entre líneas... Qué pena! Quizás este no era su momento de ver más allá que palabrería... No importa.
 
Así me llegó Verónica, como un ejemplo a nivel profesional pero sobretodo a nivel personal y en todos los sentidos, le deseo muchos más triunfos!
 
 
 
 
 
 
 

2 comentarios:

  1. ¡Buenos días, buenas tardes o noches, queridos chicos y queridas chicas! :) :) :) :). ¡Buenas tardes, queridos chicos y queridas chicas! ¡Buenas tardes, querida, Norita! ¿Cómo están? :) :) :) :) :) :) :) :).

    Querida Norita: ¡Nos ha gustado y encantado mucho tu nueva reflexión, querida Norita! :) :) :) :) :).

    Querida Norita: ¡Es muy bonita, sublime y profunda tu nueva reflexión, querida amiga! :) :) :) :) :) :) :) :).


    Querida Norita: ¡Sigue así, querida amiga! :) :) :) :).

    Querida Norita: ¡Te queremos mucho, querida amiga! :) :) :) :) :).

    Querida Norita: Además, queremos desearte y mandarte infinitos saludos y abrazos argentinos, junto con toda mi familia, con todos mis seres queridos y amigos, tantos para ti querida amiga, como así también; para todos tus seres queridos, amigos y seguidores de tu gran hermoso y sublime blog, un muy buen, feliz, bonito y gran comienzo del nuevo lunes, querida amiga :) :) :) :) :) :) :) :).

    Querida Norita: ¡Sigue así, querida Norita!

    Querida Norita: ¡Sigue así, querida amiga! :) :) :) :) :).

    Querida Norita: Te queremos mucho, querida amiga! :) :) :) :) :).

    Nico: :) :) :) :).

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    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario Nico y disculpa por la tardanza en responder pero es que he estado un tiempo desconectada!!!

      Un abrazo

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